Si te has pesado alguna vez en una báscula que te de algún dato más que el del propio peso corporal, probablemente te hayan dado un dato denominado IMC (Índice de Masa Corporal o BMI en inglés), también llamado índice de Quetelet. Según el valor del IMC, te clasificarán como que estás bajo de peso, en tu peso normal, con sobrepeso o con obesidad (diferentes grados).
El IMC es el resultado de poner en relación tu altura y tu peso mediante la fórmula: IMC= Peso (kg)/ Altura² (m). Por lo tanto, que te cataloguen como que estás en peligro o sano según tu peso corporal teniendo en cuenta el IMC deja mucho que desear ya que no tiene en cuenta otros factores de riesgo más importantes como es el caso del porcentaje de grasa que compone ese peso corporal total.
El ejemplo más sencillo y reduccionista que sirve para explicar la inexactitud del IMC es comparar dos personas que midan lo mismo y pesen igual, por lo que ambos tendrán un IMC idéntico, sin embargo, uno de ellos tiene obesidad con un porcentaje de grasa corporal muy elevado y el otro es un deportista con un porcentaje de grasa corporal bajo y un mayor porcentaje de masa magra libre de grasa.
Un alto porcentaje de grasa corporal sí está relacionado con mayor riesgo de muerte precoz o de enfermedades cardiovasculares, por lo tanto, conviene mantener este porcentaje graso en los niveles correctos que te marcará la propia báscula. El método más fácil y barato para conocer tu porcentaje graso es la bioimpedancia, que lo hacen las básculas en las que tienes que agarrar algún soporte metálico e incluso ponerte descalzo sobre ella según del tipo que sean, aunque la bioimpedancia también tiene un elevado margen de error y por ello habría que tomarlo como algo orientativo. La antropometría realizada por un especialista sería un método más exacto.
Para conocer de manera sencilla tus progresos y pérdida de peso adecuada, mídete los pliegues y perímetros corporales, y obsérvate en el espejo y en cómo se te va quedando la ropa más holgada. Busca estar en un rango de grasa corporal saludable y a partir de ahí, el peso que te conviene, en lugar de centrarte en el IMC.